Es
imposible saber a veces como terminará una ilustración.
En Febrero
decidí sentarme en la cama. Tenía demasiadas horas durmiendo y solo se me venia
a la mente dibujarme. Agarré mi móvil y empecé a hacer muecas por 10 minutos
porque necesitaba averiguar cual era la
mas horrible de todas y empezar mi autorretrato.
Los minutos
pasaban y recordaba que era la primera vez que formaba una empresa con un amigo
periodista, que era difícil enrumbar este camino ya que los dos inexpertos respirábamos
la intriga de una nueva vida.
Habíamos
decidido empezar y entre risas evidenciábamos nuestro nerviosismo que nos
delataba al tratar de explicar a nuestros amigos de que trataba dicha
experiencia.
-BLUR, por
que suena bien, además así se llama un grupo que me gusta mucho- me dijo Joseph.
No tuve
otra que aceptar, hubiera registrado la empresa así se llamase JESUSCRISTO,
solo quería pasar a la segunda fase y comportarme como un adulto.
Esos días
fueron largos y con mucho sol, esos días de febrero fueron cómplices de que
quería hacer algo por la vida asi fuese dibujarme, hacer una mueca y poner el
nombre de la empresa impregnada en mis labios y en el camino por venir.
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