Noviembre depende mucho de
octubre y diciembre, es un mes fronterizo que no quiere abrumarse por las
navidades ni las guitarras criollas, noviembre pertenece a esa desatinada
primavera que no corresponde a mis lentes oscuros.
Debería ser un mes
inesperado y aunque mi voz lo pronuncia, le teme.
No fue precisamente el mes
que te conocí, ni el mes que deje de verte.
Tampoco el mes que me rendí,
solo fue el mes que esperé llegar para hacer lo mismo de siempre.
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